sábado, 19 de junio de 2010

La peste negra del Siglo XIV






La Peste Negra, también denominada la “Gran Plaga” azotó Europa durante el siglo XIV, período conocido como “Época Oscura”. Los orígenes de esta peste no se conocen con exactitud, pero sí se sabe que la bacteria que causó la peste bubónica, la Yersinia pestis, proviene de la rata negra que pudo haber procedido de la ruta de Crimea que venía de India.


Teniendo en cuenta que hacia el siglo XIII, una nueva Europa estaba en auge: surgimiento de las ciudades, recirculación de la moneda, reactivación del comercio, nacimiento de las primeras universidades, etc., la peste vino a detener esos progresos cuyo fruto final fue el Renacimiento. Durante la epidemia pereció un tercio de la población de Europa (25.000 millones aproximadamente). Los burgos quedaron desiertos, la gente optó por regresar al campo. La enfermedad, proveniente de los barcos, había llegado a Génova y Venecia y de allí pasó a
Francia, España e Inglaterra, quien perdió la quinta parte de su población. La enfermedad llegó a través de los mercaderes holandeses, cobrándose 70.000 vidas.




Asimismo, la profunda religiosidad del hombre medieval lo llevó a sentir, en muchos casos, que asistía al fin de mundo. No faltaron fanáticos religiosos que atribuyeron la enfermedad al pecado.
Entre los tópicos literarios del momento, “la muerte igualadora”, era uno de los más difundidos. En la Biblioteca del Escorial está el famoso manuscrito de “Las Danzas de la Muerte”, un texto de fines del siglo XIV, principios del XV, cuyo personaje central es La Muerte, quien invita a bailar, uno a uno, a diferentes personajes cuya función representa un papel dentro de la escala social. Así, el Papa, el Obispo, el Emperador, el labrador, tienen la misma categoría frente a la muerte.Devenido en todo un género, se cree que surgió en Francia titulado el Respit de la Mort, compuesto por el procurador Jean Le Fèvre hacia 1376.
Este tópico contenía una crítica severa hacia la sociedad de La Baja Edad Media, sumamente jerarquizada.Finalizada la peste, la sociedad hubo de reorganizarse. Nuevamente, se produjeron modificaciones en relación con la división del trabajo. La merma de gente generó que los que habían sobrevivido y estaban sanos, se mudaran hacia sitios en donde fuera necesaria la mano de obra.




El hecho de que, prácticamente, no existieran medicinas y que las medidas de higiene fueran muy pobres, intensificó la sensación inevitable la de muerte. El Historiador medievalista francés, Jacques Le Goff dijo que en el siglo XIV “Europa conoció sus límites”. La “Gran Pestilencia” dejó marcas imborrables en los europeos de entonces.

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